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PAZ Y EL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA



El concepto de PAZ hace referencia a un estado de quietud o tranquilidad, bien sea al interior de una comunidad, en donde se resuelven los conflictos con dialogo y comprensión o al interior de un individuo, cuando este encuentra la armonía y con una actitud positiva hacia sí mismo y su entorno.
Tal como la oscuridad, que no existe en sí sola sino que en realidad es ausencia de luz, hablar de PAZ trae implícito su opuesto, que en el ámbito político es la guerra y en el plano individual es el conflicto. El hablar de opuestos, nos remite al concepto de Polaridad que hace referencia a realidades, conceptos o doctrinas polarmente relacionadas, es decir, contrapuestas. La Polarización es el principio que mantiene el equilibrio de la creación. Todo tiene polo norte y polo sur. Sheldon (1944) pone de relieve que la simple observación cotidiana nos pone en presencia de múltiples ejemplos en los cuales hay opuestos que cooperan y soporte mutuo de movimientos alternados, como se advierte ya en el andar del hombre, el cual no es posible sin dos «polos»: el pie derecho y el izquierdo. Éste y otros ejemplos apuntan a lo que Sheldon llama «principio de polaridad», el cual se manifiesta, entre otros modos, por medio de la tensión, en la cual no parece haber movimiento simplemente porque dos movimientos opuestos se han neutralizado. Tal como lo expone este autor, la cotidianidad nos muestra la constante de polaridad en todo nuestro entorno: cielo – tierra, masculino – femenino, positivo – negativo. En polaridad, todo se equilibra con el contrario.
Por otra parte, el conflicto se puede definir como un proceso de oposición a los intereses entre dos o más actores. Este proceso se puede deber a una dinámica de antagonismo llegando a manifestaciones violentas e incluso armadas. Sin embargo, el conflicto no equivale a violencia, al contrario, es un componente básico e ineludible de la vida social de los seres humanos. Somos seres que se hacen con otros a través de las relaciones y estas son conflictivas de por sí en cuanto que en ellas intervienen individualidades diferentes. El conflicto es algo inherente a la diferencia y a la relación humana necesaria para nuestro desarrollo personal. Si estudiamos el conflicto como un proceso, veremos cómo se modifica con el tiempo apareciendo nuevas causas y en algunos casos cambiando su propia naturaleza.
Partiendo del principio de polaridad, como principio del equilibrio universal, retomamos el concepto de PAZ, considerando que el equilibrio se logrará en la medida en que exista el conflicto como opuesto, sin que uno de los dos sea exaltado. De aquí, que en realidad no se puede hablar de “alcanzar la paz”, en realidad lo que se hace necesario es encontrar las formas que permitan mantener el EQUILIBRIO entre la paz y el conflicto como opuestos.

EL CONFLICTO EN COLOMBIA
Históricamente Colombia ha sido un país marcado por la violencia. Desde la época de la Independencia, han seguido diversos momentos en los que la guerra y el conflicto armado se han mantenido presentes, principalmente y de forma constante en los últimos sesenta años.
El periodo denominado “la violencia” se inicia específicamente en 1948, con el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, quien se había convertido en un icono de la libertad y el cambio para el país que venía de una hegemonía conservadora muy cuestionada. Con la muerte violenta de este líder, el país se sumerge en una lucha por el poder entre liberales y conservadores, cuyos seguidores deciden armarse y enfrentarse utilizando métodos como la tortura, las persecuciones y las masacres. Como una forma de intervenir el conflicto, en 1953 el General Gustavo Rojas Pinilla sube al poder mediante un golpe de estado y cuyo gran objetivo es pacificar el país. Su presidencia termina en 1957 y asume una Junta Militar que estaría a cargo en el periodo de transición para regresar a la democracia. Es así como en 1958, los partidos políticos liberal y conservador, crean el Frente Nacional, cuya característica principal es la repartición del poder de manera equitativa entre los dos partidos durante los siguientes 16 años. Con esta alianza se espera que cese la confrontación entre partidos, sin embargo y a pesar de la labor de pacificación dirigida por el General Rojas Pinilla, al inicio del Frente Nacional aun quedan grupos de autodefensa en el sur del Tolima, conformados por campesinos que habían sido desplazados por la violencia y cuyo principal objetivo era recuperar sus tierras. Este es el origen de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que se inicia como un grupo de autodefensa conformado por campesinos con influencia del comunismo. En 1963 nace el ELN (Ejercito de Liberación Nacional) creado por un grupo de estudiantes becados por Cuba y que allí fueron adoctrinados acerca de los fundamentos del comunismo. Estos estudiantes se organizan para atacar las políticas económicas del gobierno, que en ese momento se centraban en la explotación petrolera por empresas foráneas. El accionar del ELN se centra en atacar infraestructura (petrolera, eléctrica, etc.). Para el último periodo del Frente Nacional, el General Rojas Pinilla, ya retirado de las fuerzas militares, se lanza como candidato presidencial, obteniendo una alta favorabilidad, pues el modelo de gobierno que venía desarrollándose en los últimos años ya no era acorde a las expectativas del país. Sin embargo, a pesar de la favorabilidad de Rojas Pinilla, queda elegido como presidente Misael Pastrana Borrero, en medio de circunstancias dudosas. Este hecho da origen al tercer movimiento guerrillero más importante del país, el M-19 (Movimiento 19 de Abril) que nace en 1970 como una forma de rechazo a la falta de libertad en la participación política, conformándose por estudiantes y con características de guerrilla urbana.
Al terminar el Frente Nacional en 1974, el país contaba con tres grupos guerrilleros fortalecidos: FARC, ELN y M-19, además de otros grupos de menor impacto como el Quintín Lame, PRT, EPL y MRT.
Posteriormente, durante el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala (1978 – 1982) se da una fuerte lucha contra las guerrillas en todo el país, con el apoyo de los Estados Unidos, política que daría un giro completo en la siguiente presidencia a cargo de Belisario Betancur (1982 – 1986). En este periodo, se inicia un proceso de diálogos y amnistías que pretende firmar la paz con los grupos guerrilleros.
Paralelo a estos hechos, otra situación toma fuerza en el país: El Narcotráfico. Aunque este viene desarrollándose desde la década de los 70, es en los 80 donde toma fuerza con actores como Pablo Escobar y Gonzalo Rodriguez Gacha, quienes se convierten en los nuevos terratenientes de país mediante la adquisición de terrenos y además entran a ser parte de las fuerzas políticas del país, ocupando lugar en el Congreso. El entonces Ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, denuncia esta situación y luego es asesinado, razón por la que el Gobierno declara la guerra al narcotráfico.
Las FARC, que se han mantenido vigentes y continúan fortaleciéndose, inician la práctica del secuestro, como una fuente de financiación. Surgen entonces grupos de autodefensa patrocinados por un lado por el narcotráfico y por otro por ganaderos y esmeralderos, para defenderse de las guerrillas.
En el siguiente periodo presidencial en cabeza de Virgilio Barco Vargas (1986 – 1990), los grupos guerrilleros se unen en la llamada Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar y el gobierno plantea la solución al conflicto a través de una reforma constitucional.
Quien se perfilaba como presidente para el siguiente periodo, Luis Carlos Galán Sarmiento, disidente liberal y fundador del Nuevo Liberalismo, es asesinado por el narcotráfico en 1989, quedando su campaña presidencial en manos de Cesar Gaviria Trujillo, quien fue elegido como presidente para el periodo 1990 – 1994. Gaviria consolida el proyecto de Reforma Constitucional y con este se logra la desmovilización de algunos grupos guerrilleros, entre ellos el M-19, que se convierte en partido político y entra en la contienda con una gran aceptación. Por otra parte, en este periodo se da una guerra total al narcotráfico, que generó un periodo de violencia muy fuerte en las principales ciudades del país, caracterizado por los ataques con bombas en los que la población civil se vio fuertemente afectada. En medio de esta guerra contra el narcotráfico se dio captura y muerte a sus principales cabecillas entre ellos Pablo Escobar.
Sin embargo, el narcotráfico no termino allí, por el contrario, el siguiente gobierno en cabeza de Ernesto Samper Pizano (1994 – 1998) se vio involucrado en el llamado proceso 8.000 en el que se acuso a Samper de haber sido elegido con dineros del narcotráfico. Mientras las investigaciones y confrontaciones políticas se daban, el grupo guerrillero aun en pie de lucha, las FARC, continuaban su fortalecimiento y toma de las regiones en las que el país no tenia presencia de las fuerzas militares.
En 1998, sube al poder el conservador Andrés Pastrana, cuya principal promesa al país fue lograr la paz con las FARC. Se inicia el proceso de paz con el despeje militar de un área importante del sur del país en donde se desarrollarían los diálogos con la guerrilla. Sin embargo, estos diálogos fueron infructuosos y por el contrario, fue un tiempo en el que las FARC se fortalecieron.
Paralelamente, aumentaba el auge de los grupos paramilitares o de autodefensa que, aunque habían iniciado sus actuaciones desde mediados del siglo XX, a partir de la década de los 80 se encontraban aliados al narcotráfico, lo que les dio mayor poder. Hay dos marcados momentos en la historia de las autodefensas de final de siglo: la creación del MAS (Muerte a Secuestradores) patrocinada por los narcotraficantes en la década de los 80, como una estrategia para defenderse del secuestro que había emprendido la guerrilla como forma de financiación; y en 1998 surgen las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) dirigidas por Carlos Castaño, quien había sido jefe militar del narcotráfico. La lucha por el dominio territorial entre Guerrilla y Paramilitares, aumenta la violencia en muchas zonas rurales del país, ocasionando uno de los fenómenos sociales más fuertes de las últimas décadas: el desplazamiento forzado.
En 2002, llega a la presidencia Álvaro Uribe Vélez, quien por primera vez en la historia política colombiana es reelegido en 2006, alcanzando un periodo de ocho años en la presidencia. Con la política de Seguridad Democrática, Uribe interviene el conflicto armado en el país desde dos frentes: Desmovilización de paramilitares y confrontación militar a la guerrilla. Sin duda, el primer periodo de gobierno de Uribe, surte los resultados esperados por la ciudadanía, logrando el más alto nivel de popularidad de un presidente en toda la historia política del Colombia. Se puede decir que la desmovilización de paramilitares permitió que muchos propietarios de tierras ubicadas en zonas rurales lograran su recuperación y que en general el país volviera a confiar en sus fuerzas militares. Sin embargo, el fenómeno del desplazamiento forzado de familias afectadas por el conflicto no logro mitigarse en el gobierno de Uribe. Como un paliativo a esta situación, se crearon algunos programas con subsidios en dinero y/o especie para estas víctimas de la violencia. Pero el gran objetivo buscado que es el retorno de esta población a sus tierras no ha sido logrado, lo que ha aumentado en las grandes ciudades del país, fenómenos como el desempleo, la pobreza, la mendicidad, la delincuencia entre otros. En cuanto a las FARC, si bien en este gobierno se dieron importantes golpes militares que incluyen liberación de secuestrados políticos y bajas de miembros del secretariado (alto mando de las FARC), no se puede hablar de su debilitamiento total, pues si algo ha caracterizado a esta guerrilla es su capacidad de adaptarse a cada momento y cambio en las estrategias y políticas del gobierno en turno. 
Posteriormente es elegido como presidente Juan Manuel Santos 2010 - 2014 quien inició las conversaciones de paz en la Habana Cuba con la guerrilla de las FARC, estas conversaciones se extendieron mas de cuatro años, lo cual llevó a Santos a ser reelegido presidente  2015 – 2018  para que continuara las conversaciones y de esta manera darle fin al conflicto armado con esta guerrilla, llegándose a la firma del acuerdo el lunes 26 de septiembre de 2016 en Cartagena Colombia. El país hoy  está dividido, y el camino para construir la paz aun es largo, representa retos y esfuerzos por parte de la población civil, el estado y las organizaciones.


A pesar de los esfuerzos del país por superar la violencia y la desaparición de las FARC como grupo armado aun hoy existen marcadas divisiones políticas. Está vigente la guerrilla del ELN, grupos paramilitares, guerrillas urbanas, bandas criminales, carteles de narcotráfico,  minería ilegal y corrupción en todos los estamentos del estado. Somos el país mas desigual de la región, contamos con el mayor numero de desplazados por la violencia en el mundo. 6.9 millones de casos reportados por Naciones unidas año 2016 por encima de Siria o Irak. Quienes más han sentido el horror de la guerra son los pueblos afro descendientes e indígenas del país, quienes están sometidos a unos niveles de pobreza extrema no imaginados en un país rico como lo es Colombia.

El más reciente desplazamiento forzado ocurrió el pasado 15 de abril de 2016 en el área rural del Bajo Baudó (Chocó). Al menos 612 indígenas de esa población, de 113 familias, se desplazaron a la cabecera municipal por causa de los enfrentamientos entre el Ejército y el ELN. En esa misma semana, 456 indígenas de 95 familias de la comunidad Wounaan se desplazaron del Litoral de San Juan, región limítrofe entre Chocó y el Valle del Cauca, como consecuencia de bombardeos. Salieron hacia Docordó, la cabecera municipal.

La crisis de los desplazados a lo largo del litoral del pacifico llega hasta Tumaco, en Nariño. El pasado 13 de febrero de 2016, 219 afrodescendientes integrantes de 85 familias de la vereda Bajo Jagua salieron hacia ese municipio debido a los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y los grupos ilegales. En este caso, según Acnur, han ido retornando paulatinamente presionados por las precarias condiciones en los lugares de recepción. El intento de los grupos armados ilegales por consolidarse en el Pacífico, la consecuente actuación de la Fuerza Pública para contrarrestarlos y la falta de recursos de las autoridades locales para atender a la población han provocado una crisis humanitaria silenciosa en la zona. 



OTRAS FORMAS DE CONFLICTO
Como manifestamos desde el inicio, el conflicto no puede limitarse únicamente a la mirada de las grandes confrontaciones que implican carreras armamentistas y fenómenos sociales crecientes. Siendo claros, el conflicto nace del individuo particular y crece de tal forma que se expande a su entorno derivándose en formas como la violencia.
Si hacemos un análisis individual de los actores que fueron descritos en el aparte anterior y que han sido protagonistas del conflicto armado en Colombia, podremos encontrar que en cada uno de ellos se ha desatado un conflicto interno por el poder, la necesidad de reconocimiento, de participación o de simple supervivencia.
Sin duda, el conflicto es natural y hace parte estructural de la vida misma, naciendo de un principio básico: la diferencia. Como seres individuales, tenemos pensamientos, emociones, ideales y formas de ver la vida diferentes. No siempre estaremos de acuerdo con algo o alguien, aquí ya hay de por si un conflicto que se puede resolver de tal forma que no derive en ataques o vulneraciones en contra del otro o de si mismo. Como señala Aristóteles “Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”. El conflicto no es el problema, lo es la forma como lo manejamos.
Como seres individuales inmersos en un mundo que ha desarrollado ideologías y culturas diversas, hemos aprendido a juzgar nuestras emociones como “buenas” o “malas” y consideramos que las malas son las que originan los problemas. Sin embargo, dando una mirada a algunas de esas emociones, podemos encontrar que su canalización es la que generara un resultado diferente. Emociones como la ira, el dolor, la rabia, son culturalmente calificadas como “negativas”. Sin embargo ellas pueden dar origen a grandes procesos creativos.

Bibliografía. 
Process and Polarity (Woodbridge Lectures, Columbia University). 1944.
Mirada crítica al conflicto armado en el país. Gustavo Salazar. 2005

Diario El Espectador Revista Semana. 

Cifras del conflicto armado  en Colombia ACNUR